El Norte 21 de Octubre 2023
Nota por Elena S. Gaytán
La mallorquina Buika emociona con su voz y entrega a los casi 5 mil asistentes a su concierto anoche en la Explanada de los Héroes.
Elena S. Gaytán
Apenas Buika entró al escenario y el público, que para entonces ya había llenado la mayor parte de los asientos colocados en la Explanada de los Héroes, estalló en aplausos.
La intérprete mallorquina, de origen africano, cautivó a los asistentes haciéndolos caer bajo el influjo de la luna, ese astro que tanto elogió desde el inicio de su concierto anoche cuando entonó "Luz de luna", que lanzó en 2008.
En esta parada de su tour "Experiencia Sinfónica" eligió como compañeros a los integrantes de La Súper Orquesta de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, dirigida por el pianista regio Abdiel Vázquez, con quien hizo buena química.
Ambos congeniaron hasta en su vestimenta: Buika llevó un vestido rojo, en tanto que Vázquez un suéter del mismo color debajo de su saco de terciopelo. El color rojo es el característico del logo de La Súper.
"Estoy emocionada por tener el grandioso honor de poder cantar para esta maravillosa orquesta", decía la ganadora de dos Grammy al principio de su espectáculo.
"Que Dios los bendiga. Yo les auguro un futuro espectacular y prometedor, porque así es su presente. Y que Dios bendiga a todos vosotros".
"Mi niña Lola", "La falsa moneda" y "Nostalgias" fueron las primeras interpretaciones de la velada, con momentos tan solemnes como espontáneos. La imponente voz de Buika era suficiente para que los que transitaban por la Gran Plaza se acercaran a sentarse en las sillas o al exterior del espacio delimitado por el personal del festival.
"¡Te amo, Buika!", gritó una de las asistentes. La española, de 51 años, le respondía: "¡Y yo te amo a ti, cariño!".
En "Soledad", Buika dejó que La Súper se luciera con su virtuosismo con una larga entrada, aunque luego prescindió del ensamble musical en "Las simples cosas" y "Amor eterno", que acompañó con un cuarteto español.
Fueron tantos los gritos de admiración del público, conformado por 5 mil personas de acuerdo con los organizadores, que Buika a veces reía ante tanta entrega de sus fans, la mayoría jóvenes.
Ella les correspondía interactuando con ellos antes de cada canción.
"¿Hablo mucho, maestro?", le preguntaba a Vázquez, quien escuchaba con atención las anécdotas con las que Buika precedió cada melodía. La pregunta, a modo de broma, causó las carcajadas de la gente.
La cantautora dedicaría "Puro teatro" a los "cabroncetes" que estaban entre el público, pues "nadie les dedicaba canciones". Enseguida admitió ya no llorar por amor gracias a Chavela Vargas.
"¡Qué alegría de País!, expresó, emocionada. "¡Qué alegría de orquesta!".
El cover "Santa Lucía", de Miguel Ríos -muy acertado, pues resultó un homenaje para el Festival- y "Siboney", de Connie Francis, integraron el cierre del programa.
"¡Otra, otra, otra, otra!", pedía el público cuando Buika salió del escenario por primera vez. Al volver, quienes ya estaban por retirarse regresaron de inmediato a sus asientos.
Entonces la cantante escogió una canción más que apropiada para despedirse con el mismo amor que los asistentes le entregaron: "El último trago".
Pero la gente quería más.
Y Buika, complaciente, volvió y cantó de nuevo "Siboney".
Cuando las luces de la Explanada fueron prendidas, algunos asistentes murmuraban que se quedarían ahí, esperando hasta que Buika les diera alguna foto o autógrafo del recuerdo, dado que ella, con esta velada inolvidable, se robó sus corazones.
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